23 de julio de 2010

VUELVE LA ATLÁNTIDA PATRICIA CORI - Parte 6 – Cap. 7 y 8

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CAPÍTULO 7 - ONDAS DE PENSAMIENTO Y LA MENTE COLECTIVA

Es esencial que expliquemos y definamos nuestros términos si queremos dejaros claro cómo se puede evocar, estimular y manipular el pensamiento mediante diversos mecanismos existentes tanto dentro como fuera de vosotros.

El proceso fundamental de intercambio mental —la transmisión y recepción de ondas de pensamiento— establece una base sobre la que podéis desarrollar la comprensión del paradigma atlante.

Esta es la razón por la que ser consciente de estos aspectos de la conciencia humana nunca ha sido tan importante para vosotros como ahora, en las horas que preceden a vuestra ascensión.

El universo de Dios es una totalidad de conciencia creciente y vibrante, y todos sus elementos están vivos y transmutándose constantemente a otros estados de ser. Nada está muerto ni es estático en el cuerpo cósmico de Todo-Lo-Que-Es.

Simplemente existe un rango infinito de vibraciones con el que resuena cada aspecto y elemento, desde la inmensidad de una galaxia hasta la partícula subatómica inconcebiblemente pequeña.

El cosmos del alma es pura energía, un ser electromagnético de ondas tras pasantes e interpenetrantes que, por su propia naturaleza, refleja la personalidad dual del Creador Primero: la fuerza eléctrica yang que se mueve hacia fuera y la vibración magnética y receptiva yin.

La dinámica de estas energías interactuantes, la relación yin/yang, es la naturaleza de todas las cosas, a todos los niveles de la existencia. Es procreación, disolución, vibración, armonía y contraste; es la estructura misma de las frecuencias del universo.

Esta energía electromagnética, la manifestación consciente de Todo-Lo-Que-Es, se mueve en ondas que exhiben propiedades tanto eléctricas como magnéticas, crestas y valles de diversas anchuras, velocidades y tonos, y estos aspectos son medibles (desde el limitado espectro tridimensional) en términos terrenales.

En vuestro diccionario, la longitud de onda describe la distancia entre ondas. La frecuencia indica el número de ondas que se presentan en un marco temporal de sesenta segundos, y puede describirse como el ciclo, o pulso, del patrón de ondas. En vuestra terminología, la frecuencia se mide en hercios.

Las variaciones de estas dos variables crean un vasto rango de ondas electromagnéticas que llenan el universo: desde las ondas de radio de oscilación lenta hasta los rayos cósmicos que vibran rápidamente en el extremo superior del espectro y más allá. El despliegue es infinito, y también están las frecuencias inmensurables de Dios que se resisten a cualquier definición.

El cerebro humano opera dentro de un rango específico de frecuencias electromagnéticas, que describiríamos como «ondas de pensamiento”, mientras que los científicos prefieren llamarlas “ondas cerebrales».

Irónicamente, las pruebas químicas y el registro de la actividad cerebral son la base de vuestras investigaciones médicas sobre el operar de la mente humana; sin embargo, la mayor parte de la paciencia convencional sigue negando la existencia de la comunicación telepática, haciendo que un uso tan básico de las frecuencias de onda resonantes quede relegado al galimatías metafísico, al menos públicamente.

En privado, los gobiernos han invertido abundantes fondos y han dedicado considerables esfuerzos a formar militares de alto rango y agentes de los servicios de inteligencia en el estudio y la práctica de la comunicación telepática, la implantación de pensamientos y la visión remota: tres formas de conectar ondas cerebrales. Esto es parte de vuestra realidad ahora tanto como lo fue entonces, en los días de la Atlántida oscura. Siguiendo con el simple concepto de la medición de ondas mentales, queremos reiterar que la telepatía es un don que todos vosotros ya disfrutáis a algún nivel.

Ya es hora de que la humanidad reconozca que estas capacidades innatas son el equipo operativo estándar de la especie, porque no hay nada de sobrenatural en el hecho de que los pensamientos atraviesen el espacio existente entre vosotros. Simplemente atrapáis la ola y os montáis en ella.

De manera muy parecida a como se sintoniza un dial de radio para conseguir una transmisión clara, conectáis unos con otros encontrando la «estación transmisora» del otro y sintonizando con su frecuencia.

Algunos son más hábiles; algunos se entrenan y trabajan para desarrollar esta habilidad, pero todos los seres conscientes, unidades de Todo-Lo-Que-Es, tienen la capacidad de recibir y enviar ondas mentales a través de los éteres. Lo hacéis continuamente, comunicándoos a muchos niveles.

Después de sincronizarse con las frecuencias de Sirio en La Espiral Hiperdimensional, nuestro instrumento ha sido sintonizado para operar como canal receptor de los transmisores de la sexta dimensión y esto, una vez más, es una simple demostración de cómo la conciencia atraviesa el mar cósmico.

Estableciendo resonancia, comunicamos, simple y llanamente. Sintonizarse interdimensionalmente es, en cierto sentido, más complejo que conectarse con aquellos que están en el mismo ámbito; en otros sentidos es mucho más simple.

Las «líneas “presentan la máxima claridad a las 4:00, la hora violeta de Gaia, cuando existe el mínimo número de interferencias electromagnéticas y Trydjya es más receptiva. Por este motivo la despertamos de su sueño, aunque, a medida que refina sus habilidades, disponemos de nuevas bandas horarias para transmitir.

Todo es cuestión de frecuencia y resonancia, y sus bases son estrictamente científicas.

En términos sirios describiríamos nuestra conexión con ella como «cosmométricamente proporcional». Lo importante aquí es que reconozcáis que la energía en movimiento no conoce fronteras, límites ni limitaciones.

Básicamente, todo lo que se necesita para que un individuo reciba o envíe una transmisión es establecer elementos de resonancia con otra forma de conciencia. No se os anima a creer que «oís» mensajes, ni los que os pasáis entre vosotros ni los que se os dirigen desde otras dimensiones.

Sin embargo, los gobiernos han estado realizando experimentos en este campo durante décadas, desarrollando aplicaciones sofisticadas y muy siniestras del conocimiento adquirido para controlar y manipular las mentes de aquellos que la tecnología tiene en su punto de mira.

Os sorprendería saber cuántos de los que han sido clasificados como “psicópatas» y se encuentran internados en vuestros hospitales psiquiátricos sólo están escuchando los pensamientos enviados por transmisores telepáticos desde distintos niveles de conciencia. Un número significativo de ellos son sujetos experimentales de las investigaciones gubernamentales en el campo de la manipulación mental.

Es importante que entendáis cómo el cerebro transmite y recibe información para que podáis entender cómo contribuir a la totalidad con vuestros pensamientos, afectando a las vibraciones interpersonales y globales, y cómo otros contribuyen a las vuestras.

Asimismo, está llegando a ser extremadamente importante reconocer que gran cantidad de gente puede ser arrastrada y manipulada subliminalmente por quienes cabalgan por vuestras ondas mentales y alcanzan la resonancia con vosotros.

Por lo tanto, sentimos que es necesario ofreceros una explicación elemental del operar de la mente, porque es con vuestras mentes con las que estamos conectando aquí, en estas manifestaciones escritas de la transferencia del pensamiento interdimensional, tal como han sido registradas, decodificadas e interpretadas por nuestro instrumento, Trydjya.

Vosotros, lectores, en realidad no estáis menos conectados con nosotros que ella; todo es fluido y pulsante entre nosotros. Al permitir que las palabras entren en vuestras mentes, estáis respondiendo a muchos niveles, experimentando reacciones químicas en vuestras redes neuronales.

Existen cuatro grupos básicos de ondas mentales que identifican las categorías predominantes de actividad mental: Ondas beta (13-35 pulsaciones por segundo). Ondas alfa (8-12 pulsaciones por segundo). Ondas theta (4-7 pulsaciones por segundo). Ondas delta (0,5-3 pulsaciones por segundo).

Los investigadores médicos y científicos determinan que las ondas beta se registran cuando la actividad mental del individuo es consciente, activa y alerta. Los estados de ansiedad y agitación hacen que el cerebro emita frecuencias del extremo superior de esa escala: se trata de ondas de frecuencias más cortas y rápidas.

Las que denomináis «ondas alfa “son frecuencias del cerebro humano en estados de calma y relajación, lo que nos gustaría denominar la «mente receptiva». Aquietando la mente todavía más, uno vibra en theta, donde se experimentan la visión psíquica, el recuerdo de vidas pasadas, los sueños y las visiones astrales. Finalmente, las ondas delta, largas y lentas se registran durante el sueño profundo, cuando aparentemente hay poca actividad cerebral.

Los estudios del tablero electrónico humano —las redes neurales— nos llevan a entender que estas distintas frecuencias realimentan el cuerpo de compuestos neuroquímicos, y que este proceso provoca reacciones en el cerebro, que posteriormente se manifiestan como respuestas físicas, emocionales o mentales.

Teniendo en cuenta que ya os hemos hablado de resonancia e interacción de pensamientos, sonido y ondas luminosas, ¿resulta tan difícil imaginar que es posible imponer ciertas “frecuencias» sobre las frecuencias vibratorias del individuo para alterar sus estados físicos, emocionales o mentales? Los factores que influyen en la mente humana están siendo usados constantemente con intenciones tanto luminosas como oscuras.

Considerad que cuando os juntáis en meditación profunda, guiados por alguien cuya luz y presencia amorosa entre vosotros sirve para establecer las frecuencias alfa o tetha, la totalidad del grupo puede entrar en ese estado mental alcanzando la resonancia con esa vibración. De manera simplificada, el guía actúa como una especie de metrónomo mental, estableciendo la frecuencia a la que los demás se tienen que sintonizar.

No resulta difícil entender que unirse en tan placentera asociación os hace sentiros conectados y en armonía con los demás miembros del grupo, porque conectáis entre vosotros a la misma frecuencia y dentro de todos vosotros se dan respuestas neuroquímicas similares.

Si la intención del grupo es irradiar externamente la luz del amor que se halla en vosotros, todos sentiréis esa evocación maravillosa pulsando entre vosotros,,, a la misma frecuencia. Experimentáis las ondas de la luz de Dios amplificadas entre vosotros —la Unidad—, y éste es el aspecto más soberbio de la sintonización.

Podéis imaginar que los trabajadores de la luz, rezando y trabajando juntos para elevar la vibración del entorno mayor, pueden afectar a grupos de población cada vez más extensos, cuando esas ondas grupales de luz y amor se convierten en faros para los que están luchando en la oscuridad de su ansiedad, miedo y desarmonía.

Si el número suficiente de vosotros os unís en favor de la luz, el poder de vuestros pensamientos resonará con las frecuencias electromagnéticas de Gaia, porque ella también está emanando conciencia en pulsaciones ondulantes de pura energía. El pulso gaiano se extiende externamente por todo el cuerpo de vuestra Deidad Solar, llegando hasta los lejanos confines de la galaxia. El corazón de la Diosa marca el ritmo.

Podéis ver por qué siempre os estamos recordando que cada uno de vuestros pensamientos afecta a la totalidad, y por qué es tan absolutamente importante que cada uno de vosotros aprendáis a permanecer centrados, en calma y pacíficos ante los cambios que se producen a vuestro alrededor. Vuestro «centra miento», tal como entendéis, emite cierta frecuencia que se desplaza sobre el mar cósmico como olas, y los que os rodean pueden hacer surf sobre esas olas. Conectando unos con otros de este modo, sentís las energías del otro que se encuentra allí, en los océanos de la mente cósmica.

Extendéis la luz del amor hacia otras dimensiones y planos, donde los Seres de Luz de muchos mundos experimentan la irradiación de la canción de vuestro corazón. Creáis una realidad pacífica y armoniosa en la que todo está en equilibrio, y esa vibración se extiende interminablemente hacia fuera, hasta los cielos, y hacia dentro, hasta las mismas partículas subatómicas que forman la estructura básica de vuestro ser.

Pero ¿qué ocurre si quien establece el ritmo vibratorio tiene oscuras intenciones? Suponed que uno o más individuos, que quieren controlar a otros para obtener ventajas personales o políticas, tuvieran la intención de imponer algún tipo de interferencia mental que produciría otro tipo de sintonía: una frecuencia predeterminada destinada a crear ciertos cambios químicos dentro del receptor. Así como hay luz,,, hay oscuridad.

No debe sorprenderos pensar que el conocimiento de las funciones y de la susceptibilidad mentales está igualmente disponible para quienes prefieren quedarse en las sombras, y que ellos también pueden producirlas reacciones deseadas consiguiendo resonar con otros.

¿Y qué sucedería si alguien introdujera un elemento externo que estimulara en vuestro cerebro respuestas de extrema angustia y frustración, de furia, o terror, y os mantuviera ahí, resonando con esa corriente, en un estado constante de miedo y desarmonía? Os aseguramos que la afectación de grandes sectores de la población es algo que siempre ha ocurrido en vuestro planeta: los Luminosos han irradiado amor en vuestras bandas de frecuencia; los oscuros han llegado a vosotros a través del miedo y la ignorancia.

Los juegos mentales encubiertos eran tanto una herramienta del sacerdocio oscuro de la Atlántida como lo son el Gobierno Secreto del siglo XXI. Conocido como «guerra de manipulación de mentes», este aspecto subversivo del control mental es un producto muy real de las investigaciones militares.

Ciertamente, los gobiernos la aplican de manera mucho más evidente desde la detonación de la primera bomba atómica, cuando afirmaron su poder total sobre toda vida en vuestro mundo, y dejaron de preocuparse demasiado por cómo respondería la humanidad a sus expresiones de omnipotencia.

Diremos que si queréis obtener información más específica sobre las aplicaciones potenciales de la tecnología de la manipulación mental, hay mucho material disponible. Los más valerosos de entre vosotros han escrito libros e informes detallados en los que se atreven a cuestionar la autoridad,,,; pero ID con cuidado, porque ésta es un área peligrosa para los preguntones.

Se supone que no tenéis que plantear estas cuestiones. Una de las maneras más eficaces de alterar la actividad del cerebro humano y estimular las reacciones neuroquímicas a nivel grupal es emitir pulsaciones electromagnéticas inaudibles —ondas de frecuencias extremadamente bajas— que pueden transmitirse dirigiendo emisiones específicas a ciertas áreas predeterminadas.

Tal vez recordéis una breve aparición en los medios de una noticia que afirmaba que los rusos estaban emitiendo una señal de radio de baja frecuencia dirigida hacia la embajada americana en la capital de aquel país.

Esta frecuencia, apodada «Pájaro Carpintero», era transportada tal como una ola del mar lleva en su seno diversas partículas y elementos marinos. Estamos sugiriendo que, ocultos en los picos y valles de cualquier onda, puede haber otros aspectos que se monten en la ola, por así decirlo, y viajen sobre ella sin ser detectados.

Un pulso magnético molesto, escondido en la onda de una emisión inocua, podría ser transmitido y recibido a nivel mental. Esta tecnología invasora aún era desconocida para los americanos cuando se utilizó en Rusia. Los agentes americanos sospechaban de algún tipo de interferencia externa, pero no sabían qué estaban buscando, ni cómo interceptarlo en el nivel de frecuencia adecuado. De hecho, muchos empleados de la embajada se quejaron de distintos tipos y grados de incomodidad y tensión emocional, pero durante algún tiempo nadie podía entender cuál era la causa de que tantos enfermaran.

Los americanos tardaron algún tiempo en descubrir que se estaba emitiendo un agente disruptivo sobre sus cerebros que producía reacciones químicas en sus neuronas, activando en ellos respuestas físicas, emocionales y mentales.

Los soviéticos sabían lo que estaban haciendo; entendían que ciertas emisiones electromagnéticas pueden alterar el estado de salud y armonía en los seres humanos. Interferir en el pulso natural de la Tierra, vuestro foco resonante original, puede cambiar vuestro teclado musical interno y crear disonancia a todos los niveles.

Puede alterar el sistema de chakras, distorsionar los ritmos corporales, provocar reacciones neuroquímicas en el cerebro y alterar el ADN. Éstos, queridos, son los objetivos fundamentales de los controles electromagnéticos situados en el planeta Tierra.

El «Pájaro Carpintero», la antigua arma secreta soviética, es una noticia de ayer que palidece en comparación con lo que está siendo desarrollado ahora y, sin embargo, es la expresión fundamental de la tecnología de la manipulación mental.

Si queréis seguir investigando, podéis empezar por explorar los informes de los medios de los años setenta para encontrar información que valide el caso «Pájaro Carpintero». Es posible que descubráis otras tecnologías para alterar el estado de ánimo que se están poniendo a prueba igualmente sobre animales y humanos,,, en nombre de la «ciencia».

Está ocurriendo por todas partes. La historia se halla enterrada en los archivos, pero podéis sacarla a la superficie si estáis dispuestos a traspasar el camuflaje. Tened cuidado si buscáis esta información tan controvertida en Internet, pues os estaríais exponiendo de un modo que no os interesa.

Cuando investiguéis los asuntos relacionados con la élite de poder, tenéis que discriminar y reconocer las zonas de peligro. Frecuentemente distintos caminos conducen al mismo destino.

Frecuencias magnéticas molestas, sonidos subliminales y otras formas de manipulación mental se impusieron sobre la noble población de la Atlántida cuando los Sacerdotes se polarizaron en fuerzas de luz y fuerzas oscuras; los encapuchados —ayudados por los Annunaki— se dispusieron a controlar la población. Sus intenciones operaban a muchos niveles distintos: desde las proyecciones de los Annunaki participantes hasta las ambiciones de los Sacerdotes que eligieron actuar por egoísmo.

Os pedimos que tengáis en cuenta que éste fue un proceso gradual y sutil,,,, tanto que la gente era completamente inconsciente de los cambios que se estaban produciendo en el diseño social hasta que ya fue demasiado tarde para modificar el resultado.

En un tiempo anterior del tercer ciclo de la Atlántida, mucho antes de que las fuerzas oscuras intervinieran, la ciudadanía empezó a organizarse en complejas estructuras comunitarias, muy parecidas a las de vuestro mundo moderno.

Crearon leyes y seleccionaron líderes gubernamentales, establecieron sistemas de comercio e intercambio dentro y más allá de sus fronteras, determinaron cuáles eran las conductas socialmente aceptables y practicaron elaborados rituales espirituales.

Como tantas civilizaciones posteriores, la mayoría de sus oraciones y ritos estaban dedicados a Ra, el Ra-diante, vuestra Deidad Solar. Ha sido así durante todo el desarrollo histórico terrenal, porque, como hijos de las estrellas, siempre habéis mirado al Sol como fuente de vida y abundancia.

Ra ha sido la deidad más celebrada de toda la historia de la Tierra, y lo mismo ocurrió en otras civilizaciones de las que aún no tenéis conciencia. Todos los antiguos templos de la Tierra miran al este, como los de la Atlántida, anticipando la aparición de Ra sobre el horizonte, porque los antiguos estaban mucho más sintonizados con él que vosotros.

Cada nuevo amanecer era una reafirmación de la vida y de la conexión con la Deidad Solar. La caída de la noche siempre era un tiempo de reflexión serena y de espera, de contemplar los soles de otros reinos y preguntarse, para algunos, de recordar.

El Sumo Sacerdocio, descendiente de las sacerdotisas de la primera Atlántida, formó lentamente una estructura gobernante, un colectivo de líderes que abordaban las necesidades espirituales y prácticas de la sociedad.

La oración era un requisito; los Sacerdotes llamaban a los fieles a la oración en cuatro momentos distintos del ciclo diario: amanecer, mediodía, puesta de sol y medianoche. Los aspectos solares considerados eran: el emerger de Ra, la plena luz de la Deidad Solar, el retiro de Ra y la espera del retorno de la Luz Divina.

Teniendo en cuenta su entendimiento ancestral de la naturaleza de los cristales (enseñada por los legendarios Seres Cristales Yzhnüni y transmitida a lo largo de los milenios) y la abundancia de minerales existente en aquel continente, era natural que los atlantes incorporaran los cristales a sus meditaciones y rituales.

Con el tiempo y la práctica, aprendieron a reconocer los sutiles cambios de realidad que se producían cuando se llamaba a la oración; llegaron a darse cuenta de que los cristales amplificaban sus pensamientos e iluminaban sus trances místicos. Conforme acumulaban experiencia, llegaron a entender cómo manifestar físicamente un resultado material deseado mediante el poder mental de la Mente Una.

En un breve lapso de tiempo, parecido al que os ha costado a vosotros pasar de las velas a los rayos láser, desarrollaron la tecnología a la que nos hemos referido con el nombre de «generadores de luz usando el poder del pensamiento».

En todos los centros poblados del continente existía un sistema de estas estaciones subterráneas que utilizaba las energías de los cristales. Son los mecanismos observados en los «sueños recurrentes» de nuestro instrumento, a los que ella se ha referido en anteriores escritos.

Cada torre de cristal consistía en una gran espiral piramidal o de forma cónica, hecha de un bronce especial, sobre la que se situaban enormes esferas de cuarzo. Este mineral, el componente fundamental con el que interactuaba la mente humana, era producido en laboratorios, de modo que los especímenes usados en los generadores fueran de la máxima pureza.

Durante el proceso de fabricación se incrustaban filamentos de oro con la forma que vosotros ahora conocéis como el yod (la forma fundamental del alfabeto hebreo) en cada matriz de cristal producida.

Estos filamentos servían de conductores durante el proceso de conexión mental colectivo, tal como esta forma sagrada sirve a los eruditos para vincularse con la Mente Divina en los antiguos textos hebreos.

La reactivación de los generadores de luz involucraba un ritual obligatorio que se celebraba diariamente junto con el ritual de la mañana, el emerger de Ra.

Se trataba de una visualización realizada por toda la población: a los ciudadanos atlantes se les enseñaba a enfocar y proyectar sus pensamientos en los generadores con la intención específica de almacenar y amplificar las energías electromagnéticas del colectivo, y transmutarlas en un tipo de energía física.

Este proceso incluía también una conexión con Gaia, y se alcanzaba un nivel de resonancia que hacía ascender poderosas corrientes de energía por la espiral para unirse con la mente colectiva. Este proceso se manifestaba como «iluminación» a muchos niveles.

La energía gratuita que proporcionaban los generadores era tan abundante que los atlantes nunca necesitaron recurrir a los recursos de la rica tierra; en ningún momento crearon estaciones generadoras que produjeran residuos ni dañaron el medio ambiente.

No cortaron árboles, ni contaminaron los mares u océanos; el cuerpo interno de la Tierra se mantuvo intacto. Además, este dispositivo activado por las energías interactivas de la Tierra y sus habitantes nunca fue «propiedad» de unos pocos, porque era la Totalidad la que lo manifestaba, y era a la Totalidad la que proveía.

Cuando las influencias del lado oscuro empezaron arraigarse en el Sacerdocio, la idílica era de unidad empezó a declinar, y se instauró una época de separación y conciencia egoísta. Los individuos de los rangos superiores reconocieron las ganancias personales que podían conseguir en tal entorno y la intervención realizada por los Annunaki en aquella época consolidó su conducta.

Quienes estaban al servicio del poder obtenían recompensas. Se puso el énfasis en la necesidad del individuo, y el deseo personal fue estimulado para que, en breve, el Corazón Uno se convirtiera en una leyenda de los antepasados.

A estas alturas creemos haber dejado claro que los Annunaki, guerreros de Nebiru, necesitan grandes cantidades de energía para sobrevivir en su viaje interminable que atraviesa el invierno galáctico, y que el planeta Tierra los abastece de su principal fuente de energía. Este hecho ha tenido enormes repercusiones sobre la realidad terrestre durante muchos cientos de miles de años.

Su retorno durante la Ultima Generación fue particularmente fructífero, porque hallaron una civilización que había ido más allá del tedioso excavar para extraer los recursos de la Tierra y había aprendido a conectar con la abundante energía de Gaia mediante el poder de la mente humana.

Sus observaciones de la Atlántida los convencieron de que el desarrollo de la conciencia humana había alcanzado un punto que les permitiría hacerse fácilmente con el dominio del planeta Tierra.

Percibieron la civilización atlante como el modelo perfecto sobre el que diseñar planes para cercar el globo, de modo que finalmente pudieran manipular a todos los seres humanos para servir a sus necesidades y proporcionarles energía ilimitada.

Preveían que, imponiendo las tecnologías de manipulación mental dentro de estas estructuras a fin de usar la mente y el alma de Gaia y la raza humana, alcanzarían finalmente ese objetivo. El sacerdocio oscuro creció en fuerza y en número; el péndulo basculó hacia el lado oscuro.

Como los modernos experimentadores de la manipulación de ondas cerebrales, a los alquimistas de aquella época se les instruyó para que experimentaran con la fuente de esta energía: lamente colectiva de los ciudadanos atlantes.

Tenían que encontrar modos de ampliar drásticamente la capacidad de los generadores cristalinos, pero primero debían manipular a la población para que sirviera a los intereses privados del poder. Dejando de ser un acto de amor y comunidad, el ritual de energizar los generadores empezó a ser un acto de obediencia y deber.

Su método consistía en transmitir un pulso electromagnético muy lento través de las redes de generadores cristalinos que abastecían las principales ciudades del continente. Este sonido subliminal, inaudible para el oído humano, estimulaba reacciones neuroquímicas, causando estados de irritación mental, predominantemente de sumisión.

Como el “Pájaro Carpintero» de los soviéticos tantos años después, el ignorante viajero se montaba (sin saberlo) en las ondas cerebrales de la mente colectiva atlante. Sois muy conscientes del efecto que la caída continuada de una gota de agua en una habitación silenciosa puede tener sobre la psique humana.

Este tipo de tortura mental ha sido utilizada en culturas recientes como forma de castigo, pues acaba induciendo locura en la víctima. No debería sorprenderos saber que un uso similar de los pulsos inaudibles ha existido desde los tiempos de la Atlántida, o que está volviendo a emplearse actualmente.

Basta con que exploréis la información que está a vuestra disposición y que sintonicéis con lo que ocurre a vuestro alrededor. Si abrís vuestras mentes, vuestros oídos y vuestros ojos, no podréis evitar entender,,, y muchos de vosotros recordaréis. Considerad que Gaia también tiene su frecuencia natural, que resuena en todas las formas de vida situadas en el interior o sobre la superficie de su cuerpo.

Elevando vuestra conciencia hasta proporciones globales, ¿no sería posible que la manipulación de frecuencias se esté imponiendo deliberadamente en su cuerpo interno, desequilibrándola a ella también?¿Sería descabellado creer que esto ya está ocurriendo,,, tan irracional que lo consideraríais únicamente ciencia ficción? Entonces os preguntamos: ¿qué podría ser más éticamente inconcebible que la explosión continua de cabezas nucleares que vuestros gobiernos llevan a cabo en los mares, que se os han vendido como experimentos para probar los distintos arsenales nucleares (como si el éxito de una bomba asegurara el éxito de otra) en nombre de la «defensa nacional»? ¿O la matanza sistemática de Seres Delfines y Grandes Ballenas, los tejedores de las frecuencias oceánicas? Y de los satélites que están proliferando en el cuerpo externo de la Tierra, ¿qué es lo que sabéis? ¿Os preguntáis si también allí se están creando deliberadamente alteraciones de las frecuencias de Gaia para mantener a todo el planeta en el desequilibrio? También hay frecuencias electromagnéticas que os llegan a través de Internet, que os arrastran, y muchos de vosotros las experimentáis como la sensación de estar «enganchados» por la tecnología.

Por diabólico que esto pueda sonar, la desestabilización de la Tierra y sus formas de vida es, en buena parte, deliberada. Todo esto forma parte de su plan. ¿Seguiríais adorando y obedeciendo a vuestros líderes si no hubiera dificultad o crisis de la tuvierais que ser salvados? La destrucción de Gaia como resultado del progreso humano nos parece una paradoja total. Simplemente no encaja. Y, sin embargo, vuestra realidad en esta entrada en el nuevo milenio, mientras giráis hacia el vórtice, es la devastación total.

Por lo tanto, no seáis tan escépticos para negaros a creer que esos mismos gobiernos están enviando actualmente ondas de choque a la Tierra para provocar deliberadamente terremotos, tsunamis y desastres ecológicos por razones que reflejan las vibraciones inferiores de quienes detentan el poder.

Una de estas razones es la idea de que deben aligerar la carga de Gaia, por lo que grandes cantidades de población deben ser eliminadas. Otra es su intención de controlar las frecuencias electromagnéticas del planeta por razones que elaboraremos en nuestra próxima transmisión.

Y otra más es su deseo de manteneros atemorizados y centrados en la supervivencia para que estéis separados y esclavizados, inclinándoos ante los maestros secretos: la élite de poder sus descendientes terráqueos.

Sin embargo, por encima de todo, el poder está determinado a poner riendas a las fuerzas geofísicas del planeta y a utilizar esa asombrosa energía en un ejercicio que no será otra cosa que una repetición del error atlante.

Buena parte de la devastación que os rodea es el resultado de la manipulación alocada de las energías de la Tierra, porque ellos siempre están buscando el modo de controlar a Gaia por su propio interés.

En su visión miope de la riqueza, el poder y el control han reventado, quemado, envenenado, taladrado y cincelado incesantemente el cuerpo de Gaia, tomando, tomando, tomando,,, Han enterrado la Tierra bajo el cemento, sofocando su fuerza de vida. Os han atrapado en sus redes, os han arrastrado, han manipulado vuestros pensamientos y emociones manteniendo vuestros yoes animales en sus jaulas vibratorias. Y ahora, cuando uno podría esperar que ellos reconocieran en el desastroso despliegue de los acontecimientos los nefastos resultados de sus acciones, han creado el HAARP.

CAPÍTULO 8 - HAARP Y EL CAMPO ÁURICO DE LA TIERRA

Teniendo en cuenta lo que os hemos enseñado sobre la resonancia y las ondas mentales, ampliemos ahora el concepto para incluir la intención de medir las vibraciones fundamentales de la Tierra y de sincronizarse con ellas, la idea de alcanzar la resonancia con vuestra deidad planetaria en su totalidad.

Ella también vibra a frecuencias específicas, generando reacciones químicas dentro de sus «neuronas», y también responde interactúa con la mente colectiva de los seres terráqueos y con las deidades hermanas del cosmos.

Recordad que todos los seres conscientes que están sobre, dentro y por encima de la Tierra son reflejos de esa vibración, del mismo modo que cada célula de vuestro cuerpo es un reflejo vuestro,,, tal como cada partícula subatómica refleja la célula y así sucesivamente, hasta el infinito.

Siguiendo esta línea de razonamiento «cósmico», debería pareceros plausible que si uno alcanza resonancia a un nivel vibratorio tan insondable, la esencia misma del ser físico de la Tierra podría ser alterada o manipulada para servir algún propósito específico.

Esto significa que cada ser vivo y cada componente biológico de la Tierra (reflejos del cuerpo mayor) se verían entonces igualmente afectados, y evidentemente esto es lo que está ocurriendo. Usaremos como ejemplo un simple vaso de vino, el «cáliz».

Al pasar el dedo por el borde externo de la copa activamos su conciencia o energía, produciendo una reacción a nivel subatómico. Aplicando la fórmula correcta de presión, velocidad y pensamiento consciente (intención) a la acción, uno puede hacer que el cáliz emita un sonido (una frecuencia electromagnética) que refleje sus proporciones relativas, densidad y dimensiones: su naturaleza física.

Insistimos, uno podría alcanzar la vibración correcta (eso que llamamos «resonancia» con las propiedades físicas del cristal) que hiciera que el cáliz explotara o se rompiera en pedazos, alterando la forma de su existencia en materia física.

Los físicos son capaces de explicar en términos científicos que el sonido producido por una frecuencia vibratoria sostenida puede hacer que una estructura aparentemente fija cambie de forma.

A través de vuestra observación del operar de la energía, sabéis que esto es cierto, y sin embargo la idea cuestiona de algún modo vuestras creencias esenciales respecto a la naturaleza de la materia, particularmente la que consideráis sustancia material «no viviente».

A pesar de los avances realizados por vuestra civilización con los ultrasonidos y otras tecnologías relacionadas* las ondas sonoras y su capacidad de alterar La materia tienden a permanecer en alguna categoría nebulosa de la mente humana, anidando en las fronteras externas de vuestra credulidad.

Tal vez os resulte aún más difícil imaginar que este ejemplo simplista es cierto para la totalidad del cuerpo de la Tierra, tal como es válido para cualquier individuo que reside en el universo material.

Cualquiera (con intención luminosa u oscura)determinado a producir una alteración global del cuerpo energético del planeta o cualquier campo energético individual puede aspirar a tal resultado,,, con sólo alcanzar esa medida mágica, la resonancia.

Considerad la magnitud de tal hipótesis —que la Tierra (el macrocosmos) o cualquier ser humano (el microcosmos), como una especie de copa de vino, son capaces de «emitir un sonido» o de ser destrozados cuando se alcanza la fórmula vibratoria adecuada— y tal vez entendáis la importancia de que estos conocimientos tecnológicos y esotéricos nunca acaben en manos de los malintencionados.

Por desgracia, la intención de los alquimistas de Atlán era dominar la fuerza gaiana (adueñarse de la incalculable energía geofísica del planeta), y vuelve a ser el deseo último de los científicos de vuestros días, de los Aplicando la fórmula correcta de presión, velocidad y pensamiento consciente (intención) a la acción, uno puede hacer que el cáliz emita un sonido (una frecuencia electromagnética) que refleje sus proporciones relativas, densidad y dimensiones: su naturaleza física.

Los que sirven a la élite de poder. Su entendimiento excede con mucho al de sus predecesores, aunque el dominio de los antiguos de las propiedades electromagnéticas de la Tierra, de las energías elementales y de la mente humana eran muy superiores.

Os estamos diciendo que la intención de la nueva generación está tan absolutamente enfocada en dominar los poderes destructivos que pueden liberar sobre vosotros que sobrepasa en años luz los desviados esfuerzos del sacerdocio oscuro.

Ahí radica el peligro, porque, como bien sabéis, es la intención enfocada de cualquier pensamiento o acción lo que determina su resultado. Este es el fundamento de toda manifestación y ahí es donde vosotros, los trabajadores de la luz de Gaia, debéis poner vuestras energías.

En esos paisajes —los campos fértiles de vuestra imaginación— la lente mental crea el mundo físico en el que seguís residiendo, y vuestro enfoque determina cómo os movéis dentro de él Unidos, el poder de vuestros pensamientos enfocados y el amor que manifestáis en todas vuestras acciones, palabras y expresiones pueden desviar las fuerzas de la oscuridad y neutralizar sus intenciones.

Teniendo en cuenta que os hemos hablado del emerger y de la caída de las civilizaciones humanas, no debería sorprenderos que ahora, cuando vuestro huidizo progreso tecnológico vuelve a su punto álgido, hayáis alcanzado el umbral tecnológico en el que lo romperéis todo para volver a empezar de nuevo. Sin embargo, esta vez es diferente de la anterior, cuando desarrollos parecidos llevaron a la Atlántida al fondo de los mares.

En esta ronda evolutiva de los acontecimientos humanos y planetarios, el Gobierno Secreto se encuentra a sólo un paso de dominar la energía de Gaia: una fuerza inconcebible para vosotros como unidades individuales del gran ser cósmico. Esta vez, tienen verdaderamente los dedos en el pulso de la Madre Tierra y, reiteramos, la intención enfocada que se requiere para manifestar tal resultado.

Ahora, sólo un instante cósmico antes demuestra ascensión de la tercera dimensión —vuestro salto hacia reinos superiores—, están determinados a alterar el cuerpo físico-emocional mental del planeta hasta un punto que muy bien podría interferir con su proceso.

Están muy cerca de tener éxito, allí donde antes fracasaron. Este punto crucial señala como ningún otro el enfrentamiento de fuerzas polares extremas, que alcanzará su resolución en la siguiente etapa de la evolución terrestre.

Esta fase es diferente a cualquier otra en los millones de años de existencia de Gaia porque se trata de una ascensión. El planeta ha evolucionado hasta este punto de su progreso espiritual y las fuerzas oscuras saben que su hora de gobernar se está acabando.

La Tierra va a traspasar las cuerdas astrales de vuestra Deidad Solar y a entrar en la cuarta dimensión. Está escrito en el Akasha, ha sido visto en el no-tiempo.

Sin embargo, enredar en el cuerpo vibratorio de Gaia puede afectar a ese proceso de modos que podrían crear una destrucción y un sufrimiento inimaginables para todas las formas de vida que habitan en su superficie y también las del mundo interno.

El enfrentamiento entre los extremos nunca ha sido mayor que ahora, y todos vosotros estáis empezando a sentir la aceleración.

Estáis siendo atraídos, empujados, entumecidos, activados, manipulados y ayudados como nunca antes. Recordar que no hay nada que temer os ayudará a permanecer impasibles en la noche de su oscuridad.

Nunca olvidéis que cuanto mayor sea vuestra luz colectiva, más luminosa se vuelve la oscuridad. Vosotros, amorosos seres de Gaia, habéis venido a anclar la luz que se necesita ahora, y os estáis preparando para ello en planos personales y planetarios.

Nosotros y otros miembros de la Federación Galáctica hemos venido a proporcionaros la información que se os ha ocultado para que podáis operar en la luz del conocimiento y avanzar. Nos ocuparemos de las fuerzas controladoras que trabajan para alterarla frecuencia terrestre y lo que podrían significar sus actividades a nivel personal, planetario y galáctico.

Actualmente se están llevando a cabo experimentos similares a los que condujeron al final de la Atlántida en un complejo laboratorio militar que opera en las tierras nevadas de Alaska, el hogar del Proyecto HAARP.

Las áreas de pruebas de las instalaciones experimentales HAARP albergan un complejo laberinto de antenas diseñadas para transmitir niveles inimaginables de ondas de radio del extremo superior del espectro hacia la ionosfera del cuerpo etérico de la Tierra —calentando artificialmente la parte alta de la atmósfera— por razones que os van a sonar, en el mejor de los casos, como ciencia ficción.

¿Cómo podría ser de otra manera? ¿Qué explicación racional podría hallarse para alterar los campos energéticos naturales de la Tierra, especialmente en un momento en que la parte baja de la atmósfera —la capa de ozono— ya ha alcanzado su «punto de rotura»? Sin embargo, esto está lejos de ser ficción, queridos.

Esto es la realidad en el presente de vuestras vidas físicas. Es el emerger de la Atlántida oscura. Tened en cuenta que existen muchos niveles de controle información errónea operando en vuestro mundo. La jerarquía oscura que actualmente preside la Tierra es estimulada por los Annunaki, antecesores de la élite de poder o Gobierno Secreto.

Ellos, gestores invisibles del poder de vuestro reino terrenal, son quienes establecen las reglas, quienes ponen los jugadores en las posiciones apropiadas sobre el tablero de vuestro mundo: un paisaje marcado por fronteras imaginarias que han sido diseñadas para parecer países separados y hacer que el juego sea más intrigante y controlable.

Los líderes gubernamentales, que en apariencia guían y dirigen las estrategias militares, económicas y políticas de vuestras sociedades, son meros títeres en el juego, y lo saben. Entienden lo suficiente de la naturaleza estructural del control para hacer lo que se les dice, para hacer lo que los cargos del poder ilusorio tienen asignado que hagan.

Como contraprestación por su obediencia, reciben grandes gratificaciones para sus egos, intensos estímulos de sus chakras inferiores y un lugar en la historia contemporánea. Aquellos que verdaderamente se atreven a producir cambios, olvidándose de que hay una estructura de poder a la que deben rendir homenaje, acaban siendo eliminados.

Son los líderes por la paz asesinados, los desarmados y desgraciados que trabajan por la libertad de la humanidad, así como por la resolución pacífica de los conflictos globales y del sufrimiento humano. De visión preclara y voluntad determinada, son los inconformistas que se niegan a ser “jugadores de equipo» sobre el tablero de juego del poder.

Ellos os llaman a ser grandes, recordándoos de lo que sois capaces, y cuáles son vuestros derechos. Estimulan todo lo que es «noble» en vosotros, fortaleciendo vuestra conciencia de que el amor, la libertad y la verdad son vuestros derechos de nacimiento. En esencia, os animan a rebelaros contra el dogma y la jerarquía de los sistemas de control, animándoos a uniros. Os alejan de los túneles oscuros, guiándoos siempre hacia la luz.

Teniendo en cuenta lo que os hemos dicho sobre los arquitectos del poder, debería quedar claro por qué las voces brillantes de entre vosotros son etiquetadas de «peligrosas» y silenciadas rápidamente.

Pero no desesperéis por la pérdida de vuestros héroes. Ellos tienen un pacto kármico que aceptaron antes de venir a sus respectivas encarnaciones. No debéis sentir pena ni sufrir cuando se van, porque os siguen guiando desde otras dimensiones.

Dejan su marca e inspiración en la humanidad, mientras continúan trabajando para vosotros en otros planos, y esas improntas son importantes, porque son vuestra esperanza. No sintáis miedo de haber perdido sus mensajes.

Durante milenios del tiempo terrenal, incontables trabajadores de la luz han tenido que operar en las sombras para evitar ser perseguidos por el poder; ésta es una realidad registrada a lo largo de toda vuestra historia escrita y mucho más allá.

Pero ahora, en este momento de resplandor revolucionario a lo largo de vuestro sistema solar, un creciente número de vosotros está dando el paso hacia la luz directa del liderazgo, trabajando por el bien de la Totalidad.

Nada puede deteneros, a menos que os olvidéis de abrazar a vuestro hermano, abandonando toda conciencia egoísta y extendiendo la luz desde ese lugar de unidad e intención enfocada.

En cuanto a la jerarquía y su cadena de mando, observamos que algunos militares selectos y científicos que trabajan a las órdenes del gobierno están vinculados directamente con el Gobierno Secreto, dejando a un lado las figuras de los jefes de estado. Estas figuras clave transmiten seguidamente sus órdenes al segundo nivel.

Se trata de individuos bien entrenados en la supervivencia y centrados en el poder que creen realmente en la necesidad de poseer armas y de estar siempre alerta contra el «enemigo» omnipresente; son ésos que creen en su «patria» y su nación única, inconscientes de que sólo existe un Comité Gobernante en el planeta Tierra.

La propaganda pro HAARP procedente de estos dos niveles del estamento militar presenta el proyecto como una empresa científica relevante a nivel global, cuya intención es facilitar una mayor comprensión de la atmósfera terrestre y del calentamiento global y, a ese nivel del protocolo, lo creen sinceramente.

Su comprensión del proyecto se basa en preocupaciones muy reales con respecto a las alteraciones de la ionosfera y su efecto potencialmente dañino sobre las comunicaciones militares globales y los satélites supervisores.

Ese es su “trabajo»; son entrenados para recibir los informes y para acatar órdenes sin cuestionarlas. Lo que no menciona el Nivel Uno de la jerarquía militar es que una de las aplicaciones encubiertas del Proyecto HAARP es la creación del arma definitiva, la que pondrá a todo el planeta de rodillas.

Cuando esté completamente activado, el HAARP les permitirá manipular vuestro clima, controlar las comunicaciones y la vigilancia global es, reconstruir la trama electromagnética que antiguamente rodeó completamente la Tierra y restablecer el dominio total sobre la personalidad humana (fácilmente afectada por los cambios en la presión atmosférica, la falta de luz solar y las frecuencias electromagnéticas alteradas).

La guerra geofísica —el dominio de las fuerzas de la Tierra como fuente de poder— puede alterar el clima en determinados puntos del planeta, causar daños en las corrientes oceánicas, desviar y alterar los sistemas de comunicaciones y atontar a poblaciones enteras.

Por diabólico que esto suene, ¿es más impactante que la creación y la detonación de la bomba atómica? Nunca olvidéis que la devastación nuclear fue producida por los profetas del Nuevo Orden Mundial hace tan poco tiempo que los ancianos de entre vosotros aún conservan el recuerdo.

No es ninguna sorpresa que los medios de comunicación raras veces alteren esta área de vuestros recuerdos porque, en esa ocasión (ataque nuclear sobre los supuestos enemigos del mundo «libre») los «buenos “eran los villanos, y ése no es el tipo de toma de conciencia que el poder quiere estimular en vuestra conciencia grupal.

Continuará….

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