18 de enero de 2010

LOS MANUSCRITOS DE GEENOM (III) – Parte 2

Clase 1, 2, 3, 4 y 5

http://wayran.blogspot.com

18 de enero, 2010

1. El dogmatismo

Prepararse para ayudar a los demás.

2 de Septiembre de 1978

Los dogmas no existen; sólo la conciencia del propio Yo nos dice cuál es el camino, dónde está la luz. No hay definiciones dogmáticas, no existen. Nadie en el nivel 4.3 puede dogmatizar, ni siquiera los hombres de nivel 4.7. Nadie. Sólo aquel que está al final conoce el principio. El que está al final conoce el principio y conoce el final. El que está al comienzo del camino sólo conoce unos pocos pasos, el resto le es desconocido.

No existen los dogmas. No existe el dogmatismo. Sólo la voz interior del Yo nos dice dónde está el camino, pero no nos dice los medios para llegar hasta el final. Esos se descubren día a día.

Si tu voz llega lejos, más lejos llega el trueno. Primero debe llegar tu luz porque antes que el trueno está el rayo. Utiliza esa luz y esa energía para que se te vea y después se te oiga.

No gastes tu tiempo en salvas, utilízalo donde sabes que hay quien escucha: uno, uno solo, con uno es bastante. No pretendas tener una multitud; para eso hay que ser más, mucho más de lo que ahora eres.

Dejemos vagar la mente, que nos lleve a los rincones de nuestra alma. Que llegue la luz hasta el último rincón para que aprendamos a conocernos. Es lo principal: conocerse a uno mismo. En la medida que nos conozcamos, conoceremos. En la medida que seamos justos y objetivos con nosotros mismos, lo seremos con los demás.

Si estamos tendiendo una mano al que lo necesita, esa mano debe ser fuerte, no una mano temblorosa por la duda. No seamos soberbios y saquemos nuestra mano cuando sabemos que nadie nos la pide. Estamos aquí para ayudar, no para presumir.

Cuando rugen los leones es para impresionar, para evitar que nadie entre en su territorio. Cuando nosotros sacamos la mano diciendo lo que sabemos, estamos dominando un territorio para que la gente no entre en él. Estamos diciendo soberbiamente que somos mejores, más listos, y que estamos mucho más evolucionados que los demás. Los demás nos huirán, no se acercarán y nos tildarán de soberbios.

Reconoce que no eres nadie. Reconoce que eres una gota de agua y las otras gotas se fundirán contigo para hacer un mar. No seas la gota de aceite que se separa del agua. Si eres gota, eres gota. Si eres arena, eres arena. Pero si eres una gota, no pretendas ser el mar, y si eres un grano de arena, no pretendas ser una roca, ni una montaña.

2. La lógica, el miedo y la verdad.

7 de Septiembre de 1978

Para andar es necesaria una serie de premisas: dos piernas, terreno por donde hacerlo y, lo más importante, voluntad para hacerlo.

Muchas veces creemos que disponemos de buenas piernas y un terreno llano, pero nos falla la voluntad. En el fondo sólo es comodidad, y más en el fondo aún, es miedo.

Si deseas la fruta de un árbol, no la cojas cuando esté verde. Deberás calcular cuál es su punto de sazón. Antes estará verde, después pasada.

Hay cosas que son atemporales, no tienen antes o después. Una de ellas es algo que nos da miedo en muchas ocasiones: la verdad. Tememos oírla, tememos decirla. Cuando hacemos una de estas cosas estamos sometiéndonos al imperio del miedo, y como el miedo es irracional, nos bloquea la mente. Solamente una parte de nosotros, el instinto de conservación, el de supervivencia, nos hace actuar. Actuamos a impulsos incontrolados y generalmente erróneos.

El hombre está dotado de una cosa que se llama lógica. La lógica pone en funcionamiento todos los factores y circunstancias que rodean a un asunto, los rodea, los clasifica y da su veredicto. El hombre dispone de este argumento, de esta fuente: la lógica. Analizada cualquier situación con ella, no dejaremos entrar al miedo y siempre tendremos en nuestra mano la verdad.

Las aves vuelan y lo hacen sin tener en cuenta si hace viento o no, si deben poner las alas de una forma u otra para subir o descender. Es su instinto el que actúa.

Si el hombre vuela es porque ha utilizado la lógica y ha perdido el miedo. Si el hombre corre por la tierra a mayor velocidad que cualquier animal, es por la misma razón. Cualquier cosa que el hombre se proponga, si utiliza su lógica, verá que el miedo no tiene cabida, sólo tiene que tener voluntad para llevarla a cabo. Otra cosa son las circunstancias que puedan ocurrir en el futuro, pero la lógica será la que gobierne cada una de estas circunstancias. Hay que saber utilizarla y una forma es el análisis comparativo. Si existe lo blanco lógicamente debe existir lo negro. Si existe lo alto, debe existir lo bajo. Si existe lo visible, debe existir lo invisible.

Todo está en función de los órganos de percepción que poseemos, pero las cosas ocurren y son independientes a estos. Oímos el sonido de una guitarra y este sonido no es otra cosa que la vibración producida por las cuerdas. Esa vibración la oímos, pero no vemos como se traslada por el espacio. Sin embargo, sabemos que existe porque la oímos.

La energía cósmica ejerce un influjo beneficioso, tanto sobre el cuerpo como sobre la mente de las personas. Se toma en dosis pequeñas y sólo a lo largo del tiempo notamos su influencia.

Todo es vibración. El calor de una mano en la mejilla es vibración; si esa mano se apoya en la mejilla del hermano esa vibración es amor, y así lo percibe nuestro hermano y así lo interpreta su lógica, que no es razonada, sino sentida.

Una mirada de afecto es una vibración que emitimos por los ojos y la captan otros ojos que, inmediatamente, la sienten como afectuosa. El cuerpo humano es un acumulador de energía y vibración y solamente de nuestro libre albedrío depende que esa energía fluya positiva o negativa, con amor o con odio. El odio es constrictivo, el amor expansivo.

Si nuestro libre albedrío nos lleva a enviar esta vibración con odio, los canales de percepción de energía cósmica que tenemos se cerrarán por el choque existente entre diferentes potenciales de energía.

Demos amor y energía positiva, en la creencia cierta de que cuanto más demos mucho más recibiremos, porque si damos energía negativa los canales se cerrarán.

Que no os duela gastar uno si vais a recibir cien.

3. Generosidad y mezquindad

Dar y pedir.

11 de Septiembre de 1978

Nadie puede dar lo que no tiene. Nadie debe pedir lo que le sobra. Da lo que tienes y pide lo que te falte. La mezquindad hace que tengamos mucho de algo y nos falte mucho de lo demás.

El ser generoso con uno mismo debe ser al final, cuando ya hemos sido generosos con los demás, cuando de nosotros ya no nos quede nada, cuando ya no tengamos nada que dar. Entonces empezaremos a recibir, y si teníamos una moneda de oro, luego tendremos diez.

Si para elevarte necesitas una escalera, coge una que sea resistente, pero no cojas la más alta si no es la más resistente, porque la subida en una escalera deber ser segura, paso a paso, marcando bien cada uno de esos pasos. Si cuando llegues al séptimo escalón no estás seguro de cuáles han sido los seis anteriores, la escalera se romperá y volverás a empezar.

Usa tu imaginación, usa tus medios. El hombre dispone de todos los medios que están a su alcance. La naturaleza; la naturaleza le proporciona todos los medios para conseguir los fines que se proponga.

Si quieres saber cómo es Dios, mira volar a un pájaro, cómo crece una flor, cómo mueven las nubes su estructura por el cielo, cómo se mueven los astros, cómo el Sol te ilumina. El conjunto de todo esto es poco comparado con lo que hay dentro de ti porque dentro de ti está Dios. Si lo negamos estamos diciendo que no vivimos, que somos como las piedras. Negar a Dios es negarte a ti mismo; negar a tu hermano, es negarte a ti mismo y negar a Dios.

El respeto es mucho más importante de lo que se supone. Respetar es amar y acompañar a tu hermano en todos los actos que realiza, sin ponerle barreras, sin sentirte su juez. Tu hermano eres tú y si frenas a tu hermano, te frenas tú. Si no eres capaz de andar, pide ayuda a tu hermano, pero no le pidas que se quede parado contigo, tú tienes que querer andar.

Si criticas a tu hermano, si le consideras inferior, tú eres inferior a él. Si no tienes fe en ti, mucha menos tendrás en tu hermano. Anda con paso seguro, firmemente.

Confía en tus fuerzas porque dentro de ti está Dios. Está, seguro; sólo tienes que destaparle y él te ayudará. Si no sabes destaparle, pide ayuda. Tienes miles, millones de hermanos que te pueden ayudar. Los puedes llamar Fuerzas del Bien, Hermanos Mayores, Energía Positiva o incluso una palabra que no define nada: extraterrestres. No define nada porque todos estamos aquí, juntos, reunidos, y el aquí es el Cosmos; el aquí es el ahora, el mañana, el ayer y el siempre.

No te consideres ni mejor ni peor, eres simplemente una gota de agua en el inmenso océano de los mundos, de todos los Universos, de todo el Cosmos. Si te consideras una simple gota en todo el agua del Cosmos, te darás cuenta de tu pequeñez y entonces, humildemente, pedirás ayuda para poder integrarte definitivamente en el Total.

Si vemos una luz al final de un oscuro corredor, vamos hacia ella siempre, porque es la salida de la oscuridad. Los insectos también van a la luz y no saben que pueden quemarse. En la luz está su vida. Buscan la luz a su manera, inconscientemente.

Busquemos la luz todos, con fe en cada uno de nuestros pasos, porque la base donde estamos subidos es una base universal y cierta.

Cuando juntas tus manos en señal de plegaria, estás dirigiendo las dos en la misma dirección. Cuando abres tus brazos, cada punta de los dedos de la mano derecha se dirige al lado contrario de los de la mano izquierda, y el cierre del abrazo cósmico es cuando los dos brazos vuelven a cruzarse integrando, lo que han podido abarcar, dentro de uno mismo. Cuando abrazamos a otro le queremos fundir con nosotros mismos.

Fundámonos en un fuerte abrazo con todas las fuerzas positivas, para hacer el bien y buscar la luz allí donde se encuentre.

4. El camino: los obstáculos, los bastones,

los acompañantes, las referencias, las metas.

17 de Septiembre de 1978

La semilla se planta y da fruto. El trigo se planta y da fruto, pero no se debe cortar el trigo cuando aún está verde. El trigo se debe cortar cuando está dorado y maduro.

Las decisiones precipitadas, el no marcar bien los pasos, nos dará hambre porque no habremos satisfecho la necesidad de alimentarnos.

Si cuando vas por un camino encuentras una valla, mide bien tus fuerzas antes de saltarla. No intentes destruirla, no intentes derrumbarla. En todo caso, hazle una puerta de entrada, búscale una vía de penetración. Si intentas saltarla mide bien las fuerzas, porque sufrirás dos veces si fallas: cuando te golpees contra ella y cuando caigas al suelo.

Si andas por un camino lleno de piedras cortantes no andes descalzo, ponte un calzado fuerte y resistente que no te haga sufrir por las piedras.

Busca tu gloria en la de los demás y ellos buscarán su gloria en ti.

Si hablas a multitudes, el ruido que la multitud produce ahogará tus palabras. Habla a uno, con uno es bastante. No hables con orgullo. Hablar con orgullo es hablar con falsedad. Las palabras que se dicen con orgullo se dicen para herir, demostrando nuestra bajeza. Si emites tu opinión humildemente será escuchada con mayor atención. Si limpias tus manos antes de comer, limpia tu mente antes de hablar.

Si subes a un monte para tener mejor perspectiva apréndete el camino para bajar, porque tendrás que bajar.

Usa los medios que la naturaleza ha puesto en tus manos. Usa el agua, el sol, el aire, el fuego, la tierra, tu cuerpo.

No malgastes tu tiempo queriendo saber cómo es tu hermano. Utiliza tu tiempo para saber como eres tú. Cuando sepas cómo eres tú sabrás como es el 50% de tu hermano. El otro 50%, el visible, ya lo conoces, lo ves, lo tocas.

No malgastes tu tiempo en obtener lo que no necesitas, utilízalo para averiguar, aprender y obtener cosas nuevas que después tendrás que entregar, tendrás que dárselas a los demás, porque ellos te darán a su vez las cosas que han obtenido. Es un cambio. Siempre, además, quedan los posos, el extracto.

Usa todo lo que la naturaleza pone a tu alcance. No malgastes tu tiempo, tienes poco, justo el que estás disfrutando ahora. Apréndete, conócete, úsate, no te malgastes, no te mal-utilices.

Busca dentro de ti la solución a tus problemas. Escucha a tu hermano. Aprende a escuchar a tu hermano. Todos tenemos algo que decir.

Cuando te conozcas a ti mismo sabrás cómo tienes que mostrarte a tu hermano, qué imagen tuya tienes que darle

Aprende para enseñar.

Aprende para enseñar.

Aprende para enseñar.

Tienes buenos maestros. El primero la naturaleza, el segundo todos los que te rodean, visibles e invisibles. Utilízalos.

5. Lo material y lo espiritual.

Poder o sabiduría. la fuerza de la palabra.

27 de Septiembre de 1978

La Tierra se mueve gracias a aquellos que no han puesto su mente al servicio del poderoso. Estos hombres son los que con su forma de pensar, sus descubrimientos, independientes, en pequeños sitios, son los que han conseguido que la humanidad avance.

Los poderosos, los que sólo buscan lo material, hacen que la Tierra sea más espesa, más compacta, más materia y más lenta. No podemos limitar nuestra mente a los caprichos del poderoso. Sólo podremos ser libres si lo que genere nuestro espíritu va encaminado al bien común, porque el poderoso es muy limitado; se queda aquí, en la Tierra, con los pies bien metidos dentro de ella. Extrae su oro, su hierro, su cobre y con ellos hace joyas y armas.

El sabio no tiene los pies dentro de la tierra, sino que se ha marchado a buscar su conocimiento, liberando

su espíritu y su mente. Busca dentro de él en lugar de buscar dentro de la tierra, y los resultados son que el nivel tecnológico y el nivel cultural son más y más altos cada día.

Si el mundo estuviese dominado por sabios sería negativo porque el mundo no puede estar dominado. Si se domina, se sujeta; si se sujeta, se frena. En todo caso, el mundo debería estar dirigido por los más sabios y serán sabios en la medida que sean humildes, generosos y altruistas; en la medida que busquen dentro de ellos para enseñar a los demás a buscar dentro de ellos también.

Si vas por un camino no busques referencias en una nube, porque la nube se transforma, desaparece, surge más allá. El camino debe ser andado con un objetivo fijo y debes evolucionar en ese objetivo, no en las nubes que cambian y se transforman.

Los hombres que han modificado la Tierra en su aspecto cultural han sido aquellos que escuchaban, aprendían, asimilaban y tomaban decisiones encaminadas al bien común. Desoían aquellas palabras que les llevaban a materializarse. Cuando descubrían algo nuevo para el progreso de la humanidad, no lo hacían con afán de lucro, pero el poderoso lo utilizaba para lucrarse.

En la Tierra ha habido muchos hombres que han muerto pobres después de haberla hecho salir de cientos de años de atraso, pero su premio lo tienen fuera, porque la humanidad no es sólo la Tierra, y fuera de ella han encontrado su premio, el premio a su esfuerzo, a su generosidad.

No importa que los pasos sean largos o cortos, lo importante es que sean pasos. Y si pones tu mano esperando recibir, pon dentro de esa mano algo que entregar aunque sea inmaterial, aunque sólo sea un "gracias". Pon algo.

Si tienes que atarte a algo, átate a ti mismo. No culpes a los demás de tus propios errores. Sé tu propio juez, pero sé un juez justo. Si andas por un bosque, ten cuidado porque habrá ramas bajas y puedes golpearte contra ellas. No es necesario que se corten, simplemente agáchate un poco para volver a erguirte inmediatamente.

No pronuncies nunca la palabra imposible, porque todo es posible dentro de ti. Si después lo transmites fuera, podrás hacer realidad todo lo que alcancen tus palabras. Tu palabra puede ser tan poderosa que cambie por completo una estructura mental. Puede hacer viejo a un joven, puede hacer joven a un viejo. Tu palabra es la proyección de tu mente. Si tu mente es limpia, tu palabra será limpia y sonora. Si tu mente es sucia tu palabra también lo será, ensuciando donde llegue. Tu palabra debe ser limpia y sonar como trompeta, vibrante, llamando al orden y a la acción a los espíritus pasivos. No le pongas sordina; que suene como es, no tengas miedo.

Tu palabra es la voz de tu pensamiento y tu pensamiento es lo que ha generado tu mente. No lo mates con las experiencias negativas, busca las positivas y almacénalas; ellas te darán la palabra sonora, la palabra vibrante. No te dejes impresionar por los acordes del trombón: es sonoro, es fuerte, parece poderoso, parece que dentro de su boca va a caber tu cuerpo, pero tiene una boca muy grande y un estómago muy estrecho. No te preocupes, no te va a comer. Y puestos a sonar, la voz de la trompeta llega mucho más lejos que la del trombón.

Tampoco hagas alarde de ella, sé mesurado en tus palabras. Pero si eres mesurado, sé claro, no turbio y cobarde. Sé también concreto y seguro. Seguro porque la palabra es el reflejo de tus pensamientos. Pon en orden tus pensamientos y si eres suficientemente hábil para que tu voz llegue a tu prójimo, él vibrará en la misma frecuencia que vibras tú.

Tú puedes conseguir lo que quieras si va dirigido positivamente. Si, por el contrario, va dirigido negativamente, poco a poco te irás hundiendo. Conseguirás logros parciales, inmediatos, pero te estarás hundiendo. Si vas positivamente, quizás los logros sean un poco más a largo plazo, pero te estarás elevando.

Continuará….

No hay comentarios: