27 de septiembre de 2008

MI MISIÓN

Queridos amigos:
Son las tres de la madrugada, estoy a punto de acostarme, pero siento la necesidad de hacer un pequeño comentario de lo que considero que es la misión que me han encomendado los Maestros.

Hay quienes de ustedes, mis amigos, piensan que yo debería enviar solamente cosas para el crecimiento, que sirvan para dar esperanza, en fin, todo lo bueno que uno se pueda imaginar.

Sin embargo, estamos transitando la Nueva Energía, es decir, que ya no aceptamos más que nos digan que esto y aquello es lo que tenemos que creer o aceptar como verdad. Estamos tratando de liberarnos de ese condicionamiento al que nos han sometido desde los primeros días de nuestra vida. Los que somos mayores, no hablo aquí de los chicos índigo u otros que vienen hace poco al planeta, que pasado por una niñez e infancia y juventud en la que se nos educaba con “esto no lo debes hacer, porque yo te lo digo”, sin darnos una razón valedera del porqué.

Estamos tratando de liberarnos de todas esas cadenas que nos han impuesto, y les aseguro que hablo bien de propia experiencia, ahora queremos pensar y ver las cosas por nosotros mismos y eso requiere nuestra autonomía, la autonomía de decidir qué es lo que queremos y qué no, siempre basándonos en lo que sentimos desde nuestro corazón.

Todos estamos aprendiendo que tenemos que dejar prevalecer el corazón sobre la mente, implicando todo ello la libertad de elección, poder elegir qué es lo que nos conviene y lo que no.
Pero tomando en serio mi misión de ser maestra, aunque sea maestra de jardín de infantes, considero que lo que yo tengo que enseñarles o transmitirles, es que todos ustedes tienen plena libertad, el famoso ‘libre albedrío’ y tienen que aprender a discernir lo que a ustedes les resuena. Todos tienen la capacidad de hacerlo, hay unos que piensan de una forma, otros de otra, entonces si yo por mi cuenta selecciono el material que envío, enviando solamente lo que a mi me parece bien, entonces los estoy condicionando, les estoy quitando la libertad de poder discernir lo que les gusta y lo que no.

Yo me tomo muy en serio mi actividad, todo lo que hago lo estoy haciendo con plena responsabilidad de lo que hago. Les puedo asegurar que hay mensajes que sí, no los reenvío, porque me producen tal rechazo que no pienso gastar un minuto de mi tiempo para enviarlo o reenviarlo, nada.

En muchos casos, especialmente en cuanto a lo que ahora es la situación planetaria, hay quienes esperan la intervención de nuestros Hermanos Estelares, entre los que yo me encuentro, y hay otros que no y por consiguiente me sugieren que no envíe las cosas que podrían indicar un tipo de actividad o de eventos, y solamente lo otro.

Nuevamente quiero recalcar que no soy ni un canal, ni una maestra como lo podría ser Kryon, Tobías, Kirael, etc., etc., no, yo soy la maestra del jardín de infantes que les tiene que enseñar a sumar, pero también a restar, y eso nuevamente significa que cada uno tiene que aprender a discernir lo que le resuena en el corazón.

Con la era de la computadora tenemos mucha facilidad, si algo no nos gusta o no nos resuena, hacemos click y lo borramos, pero si no nos lo presentan, si no nos lo dejan ver y no dejan elegir por cuenta propia, entonces nos están cortando las alas antes que podamos volar.

Yo por ejemplo podría decir, bueno, de tales y tales personas no quiero recibir los mensajes porque no resuenan conmigo, pero yo tengo que tener la oportunidad de apreciar si un mensaje me resuena o no. Yo exijo tener esa libertad, porque justamente eso me hace ser un ser humano con libre albedrío, con la capacidad de discernir lo que a mi personalmente me gusta, me resuena y lo que acepto o no.

Tengo que confesar que a lo largo del tiempo sí se han producido algunos casos en los que constantemente he sentado rechazo frente a los mensajes recibidos de una cierta fuente, entonces sí, ya tomo la decisión de rechazarlos totalmente sin perder más el tiempo de analizar cada uno individualmente. Sin embargo de los cientos de mensajes que recibo casi a diario, serán uno o dos casos en los que he tenido que proceder de esta forma.

Quería transmitir estas palabras para aclarar un poco la constante contienda de porqué envío algo y por qué no. Lamentablemente dada nuestra naturaleza y la diversidad de caracteres de los que reciben mis mensajes, nunca, por más que me esfuerce, lo podré hacer a gusto de todos. Lo lamento pero esa es nuestra naturaleza humana, así que no se me ocurre cómo solucionar esto y sinceramente estoy muy feliz de tener la posibilidad de tratar de ser neutra y no dejarme influenciar por mis propios sentimientos o ideas en cuanto a lo que hago.

Creo y espero que con esto habré aclarado lo que yo siento. Ojo, esa es mi verdad, no necesariamente tiene que ser la verdad de ustedes, pero sé que hay muchos que resuenan conmigo y eso lo sé por las respuestas que recibo y los otros espero que comprendan, espero que acepten que esa es mi verdad y si no, hagan ‘click’.

Los quiero mucho, mucho a todos y les agradezco su constante apoyo en este camino tan difícil que todos estamos recorriendo. Con todo amor, como siempre, ALEXIIS.

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